Al mantenerse por mucho tiempo incomunicados la mayoría de los pueblos serranos, pudieron ejercer sus tradiciones y costumbres sin recibir la influencia de los nuevos sistemas de convivencia, cabe mencionar que la comunicación por las carreteras, llega hasta 1982 en terracerías y siendo pavimentadas hasta 2002, la electricidad se instala en 1988; de ahí que Amixtlan se conservó aislada en cuanto a la forma de convivencia que mantuvo desde la colonia hasta el fin del siglo XX .
De esta manera la amalgama de tradiciones y costumbres que se dieron con la fusión de las dos culturas durante la colonia se conservo llegando así hasta nuestros días donde se mantienen festejos religiosos en los que la aparición de los danzantes por ejemplo, es parte imprescindible de los mismos, de esta manera se conservan en forma pura mitos, tradiciones, costumbres y festejos que son herencia desde la época prehispánica y también formas en las que la influencia española se mezclo con las nativas y produjo nuevos modos de convivencia en todos los aspectos de la vida, modificándose la gastronomía, la vestimenta, la religión y la música entre muchos aspectos.
Dentro de las danzas, la llegada los instrumentos de cuerda como el violín y la guitarra , sustituyeron a la flauta y tambor locales, siendo adoptados y adaptados para acompañar a las danzas; de esta manera hoy en día muchas danzas son acompañadas por estos instrumentos , dentro de estas “Los tejoneros” que por sus características y elementos nos ubica como una danza nacida en esta comunidad y que representa el redescubrimiento del maíz y que de aquí, se desplazado a muchas comunidades aldeanas.
Aunque en la actualidad se conservan y efectúan muchas tradiciones, estas se realizan por herencia y por imitación perdiéndose la razón de su sustento, y esta situación se traslapa a que en casi todo el país se viva una situación similar, en parte porque la imposición de la nueva religión impuso un castigo a las anteriores formas de pensar; pero muchas manifestaciones fueron toleradas por conveniencia siendo este el caso particular de las danzas que se siguen presentando pero ya no a las divinidades prehispánicas sino bajo el amparo de la nueva religión.
Aun bajo ese contexto se han mantenido expresiones que se heredan desde antes de la conquista como es el caso de la leyenda del maíz, cuyos festejos en el cerro del Pukuxe y se mantienen en forma oculta para la mayoría de la comunidad y solo aquellos que han decidido ser depositarios de este conocimiento efectúan rituales el honor al maíz o sus deidades concebidas desde la época prehispánica y que normalmente reciben el nombre de “costumbres”.